Agua: sólo fuente de líquidos, ideal para después de entrenamientos cortos de no más de una hora de duración, ya no aporta gran cantidad de electrolitos ni tampoco ofrece energía mediante azúcares.
Bebida isotónica: es ideal para después de esfuerzos intensos y de larga duración (más de una hora), ya que provee azúcares simples que brindan energía al mismo tiempo que favorecen la retención de líquidos, y también, aportan electrolitos que se eliminan por sudor.
Leche: la leche contiene azúcares pero además, es fuente de proteínas, agua, potasio, calcio y otros micronutrientes importantes. Es ideal para después de una sesión anaeróbica en que además de reponer líquidos y glucógeno, es de utilidad ofrecer proteínas para el desarrollo y la reparación muscular.
Zumos de frutas: al igual que las bebidas isotónicas, son ideales para beber tras un esfuerzo intenso y de larga duración, ya que ofrecen agua, potasio, azúcar y la mayoría de ellos, vitaminas y antioxidantes.
Batidos caseros de leche, fruta y/o cereales: un batido que contenga leche, plátano y avena es ideal para después de un entrenamiento intenso, ofrecerá líquido, potasio, sodio, magnesio, calcio e hidratos complejos necesarios para reponer energías y depósitos de glucógeno.