A parte de hidratarse durante el entrenamiento, no debemos olvidarnos de seguir hidratandonos despues del entreno.
Hidratarse solo durante el entrenamiento en épocas donde hace más frío y no se pierde tanto líquido puede ser buena ya que se suda menos y se pierde menos líquido, pero en épocas de calor puede ser una estrategia errónea ya que podemos acabar el día deshidratados y conducirnos a poder sufrir algún problema físico o de salud con mayor frecuencia.
Para saber si estamos deshidratados utilizaremos un metodo muy simple pero eficaz, simplemente, debemos conocer la diferencia de peso entre antes y despues del entrenamiento.
Si hemos perdido menos de 1 Kg de peso después del entrenamiento, podemos seguir con la rutina habitual. Esta pérdida no es significativa. Simplemente con beber entre medio litro a un litro más de agua que un día sin ejercicio, es suficiente.
Si hemos perdido entre 1 y 2 kg de peso después del entrenamiento, debemos prestar más atención y seguir alguna rutina de hidratación post ejercicio. Justamente después, podemos ingerir 500ml de alguna bebida con electrolitos y azúcares y en las cuatro horas siguientes 1,5 litros de agua de forma escalonada. A partir de ese momento, seguir con nuestra rutina habitual controlando nuestro peso corporal.
Si hemos perdido más de 2 kg después del entrenamiento, es probable que la deshidratación haya hecho aparición y es importante hacer todo lo posible para recuperar el equilibrio de líquidos.