Los entrenamientos más intensos pero con menos kilómetros son necesarios para mejorar la velocidad de carrera. Aquí tenemos varias opciones: podemos hacer series en pista o recorrido conocido, cuestas para trabajar la potencia o cambios de ritmo.
Las series hay que meterlas al menos una vez en semana, son una buena forma de entrenar la velocidad de carrera y la mejora de la resistencia anaeróbica. Aquí alternaremos las series cortas, medias y largas. Lo ideal, sobre todo en series cortas, es hacerlas en pista, para controlar el tema de las distancias.
Las cuestas son las grandes olvidadas del entrenamiento de carrera. Cuestas cortas y largas proporcionan potencia al tren inferior, algo que luego se traduce en mejor velocidad de carrera y respuesta en los cambios de ritmo. Cuando acabes de hacer una serie en cuesta, asegúrate de estar bien descansado antes de empezar la siguiente, así podrás hacerla a tope.
Los cambios de ritmo son una forma de ir acumulando fatiga alternando períodos de alta con baja intensidad, pero sin parar a descansar. Puedes hacer por ejemplo 2 minutos a ritmo fuerte y 4-5 a ritmo normal, jugando
con los tiempos según las sensaciones de fatiga.